La feria salvaje como se la conoce, se encuentra en Pompeya provincia de Buenos Aires, allí con puestos improvisados los vendedores ofrecen diversos animales en peligro de extinción a quien pasa por la calle.
En cajas, bolsas, botellas y pequeñas jaulas se pueden encontrar tortugas, loros, lechuzas, búhos, víboras, iguanas, y hasta pájaros como el benteveo atado con una soga de su pata a la pierna del comerciante. Por $100, $200,$300 una familia puede adquirir como mascota según los vendedores cualquiera de estas especies que están en riesgo y fueron sacadas de su hábitat.
La feria hace 15 días fue levantada por personal especializado de la Dirección Nacional de Fauna con Delitos Ambientales de la Policía Federal, en donde se secuestraron 500 aves y varias personas fueron detenidas. Aunque a las pocas semanas se pudo ver a la feria como si nada hubiese pasado, otra vez vendiendo animales cual golosinas.
Los compradores son también responsables de que los comerciantes ofrezcan estas especies ya que si no hubiera quien los compre no habría quien los venda; aquí son todos responsables y nadie piensa en los pobres bichos que cualquiera sabe que además de estar en peligro de extinción, no es su hábitat una caja, una pecera, una bolsa, una jaula, ni una botella.
Este comercio ilegal quien todos conocen y pocos denuncian, mueve por año alrededor de 50 millones de dólares.
En cajas, bolsas, botellas y pequeñas jaulas se pueden encontrar tortugas, loros, lechuzas, búhos, víboras, iguanas, y hasta pájaros como el benteveo atado con una soga de su pata a la pierna del comerciante. Por $100, $200,$300 una familia puede adquirir como mascota según los vendedores cualquiera de estas especies que están en riesgo y fueron sacadas de su hábitat.
La feria hace 15 días fue levantada por personal especializado de la Dirección Nacional de Fauna con Delitos Ambientales de la Policía Federal, en donde se secuestraron 500 aves y varias personas fueron detenidas. Aunque a las pocas semanas se pudo ver a la feria como si nada hubiese pasado, otra vez vendiendo animales cual golosinas.
Los compradores son también responsables de que los comerciantes ofrezcan estas especies ya que si no hubiera quien los compre no habría quien los venda; aquí son todos responsables y nadie piensa en los pobres bichos que cualquiera sabe que además de estar en peligro de extinción, no es su hábitat una caja, una pecera, una bolsa, una jaula, ni una botella.
Este comercio ilegal quien todos conocen y pocos denuncian, mueve por año alrededor de 50 millones de dólares.
3 comentarios:
pienso que es irresponsabilidad tanto de de nosotros los compradores como los vendedores,
QUE NOS ESTA PASANDO
Este sitio web es una puta mierda el animal es un animal y aunque lo vendas en una feria ilegal se lo puede tener por que el que lo compra se ocupa del habita y me imagino que sabra el animal que se compra pero chupame la PIJA grupo fauna
hola para k estan las autoridades o no sera k le pasan dinero x devajo de las jaubla ya k facturan tanto dinero por eso siguen estando ahi
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