La NASA advirtió que para 2013 podría haber un colapso general en los servicios de energía eléctrica y en las comunicaciones como consecuencia del recrudecimiento de las llamaradas del Sol y el nivel de su radiación.
Informes de la NASA indican que se producirá un pico en el ciclo de energía magnética del sol y en el número de manchas solares o llamaradas que podrían causar tormentas geomagnéticas en la Tierra.
En cuanto a las consecuencias el servicio eléctrico podría quedar fuera de servicio durante horas, días y hasta meses.
El aumento de las radiaciones también generaría problemas en las transmisiones satelitales, paralizaría el tráfico aéreo y con ello el transporte de personas, alimentos y otros insumos. Como consecuencia de los problemas en las comunicaciones, otros inconvenientes se suscitarían en una especie de efecto domino.
Desde la NASA aseguran que es posible prepararse con antelación para minimizar los riesgos, por ejemplo, poniendo a resguardo los satélites y desconectando artefactos que pudieran dañarse con una sobrecarga eléctrica.
El sol tiene ciclos de 11 años de alta y baja actividad. Ahora está saliendo de una fase tranquila y los científicos esperan ver un fuerte incremento en el número de llamaradas y niveles de energía magnética sin precedentes.
Las explosiones solares podrían tener un efecto equivalnte al de 100 bombas de hidrógeno y provocaría daños 20 veces mayores que los que dejó el huracán Katrina.
Diario Uno.
Informes de la NASA indican que se producirá un pico en el ciclo de energía magnética del sol y en el número de manchas solares o llamaradas que podrían causar tormentas geomagnéticas en la Tierra.
En cuanto a las consecuencias el servicio eléctrico podría quedar fuera de servicio durante horas, días y hasta meses.
El aumento de las radiaciones también generaría problemas en las transmisiones satelitales, paralizaría el tráfico aéreo y con ello el transporte de personas, alimentos y otros insumos. Como consecuencia de los problemas en las comunicaciones, otros inconvenientes se suscitarían en una especie de efecto domino.
Desde la NASA aseguran que es posible prepararse con antelación para minimizar los riesgos, por ejemplo, poniendo a resguardo los satélites y desconectando artefactos que pudieran dañarse con una sobrecarga eléctrica.
El sol tiene ciclos de 11 años de alta y baja actividad. Ahora está saliendo de una fase tranquila y los científicos esperan ver un fuerte incremento en el número de llamaradas y niveles de energía magnética sin precedentes.
Las explosiones solares podrían tener un efecto equivalnte al de 100 bombas de hidrógeno y provocaría daños 20 veces mayores que los que dejó el huracán Katrina.
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