Los océanos de latitudes altas se convertirán durante este siglo en los más ruidosos para vivir a causa del efecto del cambio climático perjudicando también los animales marinos; según un estudio de la Universidad de Hawai en Honolulu en Estados Unidos.
La concentración de componentes químicos que absorben el sonido en los océanos mundiales está disminuyendo como resultado de la acidificación del océano, lo que a su vez se debe a las concentraciones crecientes de dióxido de carbono.
El aumento de niveles de ruidos podría provocar la pérdida temporal de la capacidad de oír en los delfines y en la conducta y biología de los organismos marinos, entre otros efectos negativos.
Los sonidos de baja frecuencia que pueden detectarse en los océanos son producidos por fenómenos naturales como la lluvia, olas y los animales marinos, así como por actividades humanas como las que generan los sistemas de sonar, la pesca o la construcción en alta mar.
Los sonidos de baja frecuencia que pueden detectarse en los océanos son producidos por fenómenos naturales como la lluvia, olas y los animales marinos, así como por actividades humanas como las que generan los sistemas de sonar, la pesca o la construcción en alta mar.
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