Se trata de una familia misionera de Puerto Iguazú, todo comenzó con la falta de dinero para comprar una casa de muñecas para sus hijas.
El padre de la niña decidió realizar la construcción con botellas y cajas de leche y lo más novedoso es que luego de finalizada no entraron solo las muñecas sino también su hija y las amigas.
Luego de ver la casa finalizada el hombre decidió realizar una construcción más grande con aproximadamente 5 mil botellas, que hoy en día es un museo ecológico de gran atracción turística.
En su interior contiene varios muebles desde camas, repisas, sillones, hasta un calefón también realizados a partir del reciclaje. Los detalles fueron construidos con tapas de gaseosa, las ventanas con las cajas de los cds y con las latas hicieron floreros, paneras entre otros objetos de gran utilidad.
La entrada cuesta $5 y todos los elementos que se ven en el interior están en venta para el público que visita el lugar.
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