19 de abril de 2010

Soja...La pesadilla del oro verde



La agricultura es una de las víctimas, se dejaron de producir alimentos buenos y baratos para dar lugar al cultivo de soja.Además la ausencia del estado y la ambición de los productores destrozaron una producción equilibrada.

"En Argentina, el cultivo de soja ha pasado de 800.000 hectáreas a 13 millones en los últimos siete años. Argentina es el segundo país productor de soja en el mundo"

"En 1970 el cultivo de soja representaba menos del 1% de las producciones agricolas argentinas, fue creciendo hasta 1996 cuando se libero la soja modificada genéticamente que venía de Estados Unidos".

El glifosato "Round up" -la marca más conocida-, es un veneno para plantas que mata a la mayor parte de las especies incluyendo a la soja no transgénica.

El aire es contaminado por el glifosato y afecta a la salud de toda la población de la zona, que padece de malformaciones, alergias, cansancio, gripe, cáncer, esterilidad, etc. Miles de niños en la Argentina nacen con malformaciones; se han visto casos de menores que consumieron soja y les crecieron las mamas ya que este contiene hormonas femeninas.

En el norte del país, con el cambio de cultivo del algodón a la soja, 6 de cada 10 personas se han quedado sin trabajo y migran a las ciudades donde perciben, por estar desempleados, subsidios de 150 pesos mensuales, que no cubren las necesidades básicas familiares, sólo da para comer durante 10 días al mes.

Los niños acuden a los comedores comunitarios de algunas provincias de nuestro país donde el alimento principal es la soja, la misma es exportada a los países europeos exclusivamente para el consumo de animales. El gobierno argentino no controla lo que comen en los comedores sociales, no se hacen análisis para medir la cantidad de glifosato y endosulfán (insecticida) que hay en el grano. En Europa se comercializa para aves de corral y cerdos, entre otros animales .

"El cultivo convencional de algodón ha sido sustituido por la soja transgénica. También se han despejado bosques y sabanas, así como tierras dedicadas a pastos o cultivos alimentarios como sorgo, maíz, girasol o judías, para dedicarlo a la producción de soja, eliminando así la biodiversidad, el cultivo tradicional y con ello, la producción de alimentos para la población argentina".

La industria de cultivos transgénicos, asegura de forma engañosa que los cultivos transgénicos reducen el uso de plaguicidas y sirven para eliminar la pobreza y el hambre.

¿Nadie toma cartas en el asunto? ¿No piensan en los riesgos que se les ocasionan a los habitantes y al medio ambiente? ¿Hasta cuándo..?

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